Conducir
Conducir demanda un tiempo de reacción rápido y tomar decisiones urgentes, por eso, una persona con Alzheimer finalmente no podrá conducir. Abordar el problema con tiempo ayudará en la transición.
Planificar
Planifique con anticipación antes de que la conducción se convierta en un problema. Esto brinda una oportunidad para tomar decisiones y mantener la independencia y la seguridad.
Consejos
- Todas las situaciones son únicas. Lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra.
- Involucre a la familia y a los amigos cercanos en el plan.
- Enfréntese a la resistencia Empatice con quienes se sienten incómodos al hablar y refuerce la importancia de prepararse para el futuro.
- Cree un acuerdo para que todos compartan, que incluya pasos de seguridad práctica, como una evaluación de conducción periódica, un sistema de monitoreo por GPS para el automóvil y opciones de transporte alternativas.
Opciones de transporte
Conducir no es la única opción de transporte disponible. Existen muchas opciones que las personas pueden explorar para seguir viajando de forma independiente y seguir teniendo el control de su movilidad.
- Traslade las responsabilidades de conducción a otros. Haga arreglos para que los familiares y amigos proporcionen transporte.
- Haga los arreglos necesarios con un servicio de taxi.
- Use servicios de transporte especial para adultos mayores. Acceda a recursos locales a través del localizador Eldercare Locator en www.eldercare.gov o use nuestro Community Resource Finder (búsqueda de recursos comunitarios) para buscar servicios de transporte.
- Para reducir la necesidad de conducir, pida recibir los medicamentos recetados, las compras y las comidas en el hogar.
Signos de conducción peligrosa
Determinar cuándo una persona ya no puede conducir de forma segura exige una observación cuidadosa por parte de familiares y cuidadores. La siguiente lista proporciona signos de advertencia de que es el momento para dejar de conducir:
- Olvidarse de cómo encontrar lugares familiares
- Olvidarse de mirar señales de tránsito
- Tardanza en tomar decisiones o equivocarse en el tránsito
- Conducir a una velocidad inadecuada
- Enojarse o sentirse confundido al conducir
- Chocarse los cordones
- Usar los carriles de forma inadecuada
- Cometer errores en las intersecciones
- Confundir los pedales del acelerador y el freno
- Regresar de un viaje cotidiano en automóvil más tarde de lo normal
- Olvidarse del destino hacia el que conduce en un viaje
La evaluación ofrece una comprensión más objetiva del impacto actual de la enfermedad sobre la capacidad de conducir y al final se elabora un plan de opciones. El objetivo es siempre retener el mayor nivel de independencia y movilidad en la comunidad. Las recomendaciones iniciales incluyen estrategias para reducir el riesgo de conducir durante la etapa inicial de la enfermedad. El terapeuta ocupacional puede ofrecer estrategias específicas para los objetivos y las necesidades del individuo. El sitio web de la American Occupational Therapy Association incluye una base de datos nacional de especialistas en conducción, además de una variedad de recursos tanto para las personas con enfermedad de Alzheimer como para sus familias.
Evaluación de conducción
En las primeras etapas, una persona con enfermedad de Alzheimer puede comenzar a tener dificultades con tareas complejas como conducir. Si bien la familia y los cuidadores pueden ver los signos de conducción peligrosa, una estrategia proactiva sería una evaluación de conducción integral realizada por un especialista en rehabilitación de conducción y terapeuta ocupacional.
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