Depresión en los cuidadores
Muchos cuidadores sufren depresión. Si tiene síntomas, sepa que no está solo y que hay ayuda disponible. La depresión es una condición seria, pero es tratable.
Síntomas de la depresión
Cuidar es difícil — puede provocar sentimientos de estrés, culpa, ira, tristeza, aislamiento y depresión. La depresión afecta a diferentes personas de diferentes maneras y en diferentes momentos. Por ejemplo, alguien puede sufrir depresión justo después de que a su familiar le hayan diagnosticado la enfermedad de Alzheimer. Otros cuidadores pueden desarrollarla a medida que avanza el Alzheimer y disminuyen las capacidades cognitivas de la persona con Alzheimer.
Los signos y síntomas de la depresión incluyen:
- Agitarse o frustrarse fácilmente.
- Sentimientos de falta de autoestima o culpa.
- Sentimientos de desesperanza.
- Pensamientos de muerte, morirse o suicidio.
- Sueño perturbado.
- Fatiga o pérdida de energía.
- Pérdida de interés o placer en las actividades habituales.
- Dificultad para pensar o concentrarse.
- Cambios en el apetito y el peso.
- Síntomas físicos que no responden al tratamiento, como dolores de cabeza, trastornos digestivos y dolor.
Fuente: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la American Psychiatric Association
Consulte a su médico
Si le preocupa que pueda estar deprimido, consulte a su médico lo antes posible. Ciertos medicamentos y algunas condiciones médicas pueden causar los mismos síntomas que la depresión. Un médico puede descartar estas posibilidades mediante un examen médico y pruebas de laboratorio.
Si la depresión no se trata, puede provocar problemas emocionales y físicos. También puede afectar la calidad de la atención que puede brindar a la persona con Alzheimer o demencia.
Tratamiento
La depresión puede ser tratada con eficacia. Y cuanto antes comience el tratamiento, más pronto se sentirá mejor. El tratamiento suele implicar una combinación de medicación, terapia y apoyo.
Medicamento
Sentirse mejor lleva tiempo. Si le recetan un antidepresivo, hable con su médico acerca de cuánto tiempo llevará para sentir el beneficio completo. En algunos casos, puede tomar de seis a ocho semanas. Nunca deje de tomar un antidepresivo sin consultar primero a su médico. La interrupción abrupta de los antidepresivos puede causar efectos secundarios no deseados.
Consejería
Su médico puede derivarlo a un profesional de la salud mental, como un consejero, psicólogo, psiquiatra o trabajador social. La terapia puede ser muy eficaz en el tratamiento de la depresión y puede ayudarlo a lidiar con los problemas que enfrenta. Es importante sentirse cómodo con el profesional con el que busca tratamiento, así que considere entrevistar a varios para encontrar al que mejor se adapte a sus necesidades. Su médico de atención primaria, su proveedor de seguros o su clínica de salud mental comunitaria pueden brindarle referencias.
Afrontamiento
Además de buscar la ayuda de un profesional, puede tomar medidas para ayudarse a sí mismo.
- Deje que su familia y amigos le ayuden.
Acepte las ofertas de ayuda de otros y pídales ayuda cuando la necesite. - Busque el apoyo de otros cuidadores.
Considere los servicios de relevo (solo disponible en inglés), un grupo local de apoyo para cuidadores (solo disponible en inglés) o nuestra comunidad en línea. Construyendo una red de apoyo puede evitar que se sienta aislado.
- Intente llevar un diario.
Expresar sus emociones (tanto negativas como positivas) en un diario puede mejorar su estado de ánimo. - Aprenda formas de relajarse y controlar el estrés.
Pruebe la meditación o el yoga para ayudar a reducir el estrés del cuidador. - Tómese tiempo para usted.
Participe en actividades que disfruta.

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